Morelia, Mich.- A José Luis Ramírez y Rigoberto les
une una amistad de dos años. Rigoberto trabaja como policía, José Luis brinda
pláticas motivacionales en escuelas y eventos especiales. Este domingo los conocí
mientras se dirigían a un café frente a Catedral.
Rigoberto empujaba a su amigo. Ambos
rodaban por las banquetas adoquinadas del Centro bajo el calor de las dos y
media de la tarde. Resulta imposible transitar bajo la sombra de los portales: las
mesas de los negocios están demasiado juntas como para que puedan caber sus sillas.
José Luis se dijo orgulloso de
ser amigo de Rigo, quien es atleta paralímpico y ha tenido participación en
competencias internacionales. Ambos compartieron el entusiasmo que tienen por
participar el domingo en la carrera atlética que organiza Cinépolis, aunque advierten
que no llegan en su mejor forma.
Atleta y policía
Rigoberto López lleva ocho años practicando
atletismo y cuatro de servicio policiaco. Ese tiempo lo sintetiza en breves
palabras: “ha sido de lo mejor”.
Recuerda que iniciaron cinco elementos, uno se retiró para profesionalizarse en
derecho.
Su especialidad deportiva es en
los 100, 200 y 400 metros. Ha ganado 26 medallas en torneos nacionales e
internacionales; en 2008 fue al Mundial en Estados Unidos y en 2006 participó
en Canadá.
Un Congreso sin ruedas
El pasado 27 de mayo, Florencio Muñoz realizó una protesta por la falta de accesos en el edificio del Congreso de Michoacán: subió por las escaleras impulsándose con sus manos y desde el espacio donde se pueden observar las sesiones increpó a los diputados su falta de capacidad para brindar accesos dignos.
El lugar desde donde se legisla en Michoacán no tiene rampas ni elevadores; tampoco señalamientos para personas con discapacidad visual. ¿Acaso valen
más unas piedras rosadas que el libre acceso a edificios públicos? Como dijo alguna vez El Pájaro, colega: "Morelia es la ciudad donde las piedras valen más que los humanos".
Discriminación latente
José Luis lamenta los prejuicios
que la sociedad tiene sobre las personas con alguna discapacidad; cuenta que le
han llegado a ofrecer monedas cuando se desplaza en su vida cotidiana. Manifiesta
que quizá eso de pie a que algunas personas lucren con la situación. “Somos gente trabajadora, queremos que nos
den las mismas oportunidades. Somos capaces de muchas cosas”.
“Hay quienes no respetan las rampas, como que piensan que somos
personas de segunda, o de tercera. No nos vean como un estorbo, somos gente de
valor", afirma José Luis.
Otro obstáculo que enfrentan los
usuarios de sillas de ruedas es la movilidad: ningún servicio de
transporte público en Morelia tiene accesos apropiados.
Finalmente José Luis comparte un
video que guarda en su celular y muestra con orgullo: es él aterrizando en un
parapente. “Nos vemos el domingo en la
carrera”.