viernes, 13 de diciembre de 2013

STC Metro: Corrupción desde el subsuelo


  • Entre nepotismo y corrupción, Fernando Espino le cuesta más de 900 mil pesos mensuales al Metro.
  • Una persona que gane el salario mínimo trabajará una hora con 22 minutos para pagar dos boletos.


Desde hace varias semanas el Sistema de Transporte Colectivo Metro y el Gobierno del Distrito Federal nos bombardean con una campaña que tiene como fin un hecho que parece consumado: aumentar la tarifa de ese transporte en un 66.6 por ciento, pasando de tres a cinco pesos. El aumento entró en vigor el 13 de diciembre, las protestas desde días antes.

El director del STC Metro, Joel Ortega –impune por el caso New’s Divine, cuando fungía como secretario de Seguridad Pública- intenta explicar que el servicio que se publicitaba como “uno de los mejores del mundo” apenas en la administración pasada, ahora está colapsado.

En 2010 la tarifa se incrementó en 50 por ciento, además no se ha transparentado el sobrecosto que tuvo la Línea 12, el cual no sirvió para enmendar las irregularidades que presenta la línea más joven de la red de trenes naranjas.

El aumento se promueve bajo el argumento de mejorar el servicio, aunque apenas en abril se dijo lo mismo al autorizarse el alza a la tarifa de transporte público concesionado. A ocho meses del incremento, los usuarios no vemos las mejoras por ningún lado: los microbuseros siguen violando el reglamento de tránsito de forma impune y poniendo en riesgo miles de vidas diariamente.

Apenas el pasado julio fuimos testigos del choque de intereses entre Fernando Espino Arévalo, líder del Sindicato del Sistema de Transporte Colectivo Metro, y Joel Ortega. El Sindicato responsabilizaba al titular del Metro de las fallas en el servicio y solicitaba más recursos para rehabilitar trenes.

Lo anterior suena bien, a no ser porque Fernando Espino ha sido señalado reiteradamente por el nivel de corrupción con que se desempeña y su eternización al frente del sindicato. Actualmente el STC Metro desembolsa 817 mil pesos mensuales en 43 plazas de confianza que ocuparon allegados al líder sindical. Por si fuera poco, tres de sus hijos cobran 91 mil 821 pesos al mes, de manera que entre el nepotismo y la corrupción, Fernando Espino le cuesta más de 900 mil pesos mensuales al Metro, sin contar su sueldo y otros gastos sindicales.
Por su parte, Joel Ortega no es ejemplo de transparencia en el uso de los recursos públicos, puesto que usa, al igual que el líder sindical, plazas de confianza y honorarios para emplear a 22 integrantes de la asociación política Ciudadanía y Democracia que él mismo fundó en 2010; incluso aparece reiteradamente en fotografías del portal web de la agrupación. Para darnos una idea del desfalco, tan sólo 16 de las plazas ocupadas representan un gasto de 766 mil pesos, entre salarios y honorarios. Así, los trabajadores cercanos a Ortega y Espino constituyen el sector mejor pagado del STC Metro.

No obstante, uno de los principales argumentos que esgrimen las autoridades es que se trata del servicio más barato a nivel mundial; omiten decir que en París, por ejemplo, el costo del boleto oscila en 30 pesos, pero el salario mínimo mensual equivale a 24 mil 454 pesos, muy lejos del poder adquisitivo mexicano. En París el costo del boleto representa un 1.17 por ciento del ingreso diario; en México, la nueva tarifa representaría un 8.3 por ciento.

Según un estudio realizado por Animal Político, en el que se apoya con cifras de la Organización Internacional del Trabajo y de páginas web de otros Metros, el costo del boleto seré el más caro a nivel mundial: un trabajador que gane el salario mínimo tendría que trabajar una hora con 22 minutos para pagar dos boletos, con lo que el STC se convertiría en el sistema de Metro más costoso entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Según datos que difunde el propio STC Metro en sus espacios publicitarios, entre las cosas que se harían con los recursos, se menciona: “dar mantenimiento mayor a 45 trenes de la Línea 2“, y “comprar 3 mil 705 ventiladores para vagones y 258 compresores”. Lo grave es que esto ya estaba contemplado en el presupuesto de mil 200 millones de pesos que el Metro recibió de la Asamblea Legislativa del DF ¿A dónde fue a parar a ese dinero?

Y ya que hablamos de espacios publicitarios, ¿se ha dado cuenta de la proliferación desmedida de anuncios en casi cualquier rincón del Metro? Ahora ya no sólo tenemos que soportar los decibeles de los vagoneros –mafia que, dicen, resolverán con mil 200 policías- sino que en los andenes se instalan cada vez más pantallas que, aunadas a la música ambiental y el bullicio cotidiano, representan una fuerte presencia de contaminación auditiva.

La cuestión de los dineros en cuanto a publicidad es un asunto muy delicado. En 2010, el GDF pasó de percibir 12.2 millones mensualmente, a sólo 5.5 millones de pesos. La empresa ISA Corporativo -poseedora del permiso para comercializar espacios publicitarios en el Metro- argumenta que el GDF se excedía en el uso de los anuncios, por lo que se renegoció la contraprestación de 50 por ciento del pago en especie y el otro 50 en efectivo; de manera que la relación quedó en 80 por ciento en publicidad y 20 por ciento en efectivo. La empresa cobra entre 150 mil y 400 mil pesos por anuncio.

Debido a todo lo expuesto a lo largo de este texto han surgido manifestaciones ciudadanas de rechazo al incremento de la tarifa: realizan sus consultas, arman brigadas de información y recolectan firmas. Este 13 de diciembre tuvieron lugar las acciones más contundentes en la iniciativa ciudadana #PosMeSalto, acción que se venía dando desde días atrás.

El árbol quemado esta tarde, a pesar que los organizadores se deslindan de alguna relación con quienes ejecutaron dicha acción, nos hace recordar lo encendido de las protestas que se dieron el pasado junio en Brasil y la razón que las desato: el alza en la tarifa de transporte público.



Fuentes:

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Vamos contra todas las reformas: Madres de la "Centauro del Norte"

Por Amaranta Marentes y Alejandro Amado


Padres de la escuela Centauro del Norte
 rechazan la reforma educativa 
Lunes 25 de noviembre de 2013.- Es inicio de semana y la nostalgia invade la memoria al ir camino a la escuela; de niño ese tramo sabe a ganas de recreo. La cita es con madres de familia de la primaria Centauro del Norte, en la delegación Iztapalapa.

La escuela se localiza a varias cuadras del Metro Tezonco, lo primero que llama la atención es un mural de entre 8 y 10 metros a un costado de la entrada trasera, en él se ve un puño en alto acompañado del texto: “Los padres de la Esc. Primaria Centauro del Norte contra la reforma educativa gubernamental, por la educación laica, pública y gratuita. Respeto al Art. 3o constitucional”.

La organización, el proceso

Las madres cuentan que comenzaron a organizarse el 1º de Octubre. Tras una junta, por acuerdo decidieron tomar la escuela a partir del 2 y continuar con el plantel cerrado por 5 días. Durante este lapso se dieron clases extramuros de dos horas. Resaltan que el proceso ha sido difícil en razón de que la mayoría de los padres “saben de la lucha, pero no se integran”. Aunque la mayoría está en contra de pagar cuotas, son pocos los que se reúnen o acuden a eventos fuera de la escuela.

A la fecha gran parte de las madres y los padres acceden a escuchar la información o a firmar documentos colectivos, pero en participación presencial se ve un hueco, comentan. Las madres constantes no son el número que ellas desearían. Una de ellas considera que la falta de apoyo en movilizaciones se debe a la mala información: “como que los presionan, vienen papeles que nos hacen creer que no se va a cobrar”.

Otra madre agrega: “Nunca es clara la información respecto a la reforma educativa; que si sí, que si no. Los medios de comunicación tienen mucho que ver porque están bombardeando de una manera tremenda a los profesores. El problema es que la Reforma Educativa no es entendible, no es nada clara; nos dicen una cosa pero todo es entre líneas”. Las demás entrevistadas asienten.

Las madres explican que leyeron juntas la reforma y afirman que con ello se están educando. Ya no sólo estudian la reforma educativa, sino también la hacendaria, la energética, y las que se acumulen en la semana. Su organización no se limita al plantel educativo, acuden a las asambleas generales y a las manifestaciones. También llevan víveres al plantón de maestros del Monumento a la Revolución.

La Coordinadora de Madres y Padres de Familia del Distrito Federal

Al tocar el tema de la interacción con padres de otras escuelas, las madres comentan que a partir de las asambleas de padres de familia del Distrito Federal han tenido la oportunidad de intercambiar experiencias. Destacan que uno de los acuerdos es llevar comisiones de padres a otras zonas, esto con el fin de llevar información sobre planteles específicos. Así, el vínculo con las escuelas aledañas ésta presente.

Una de las madres, Esperanza, lamenta que la participación en las calles apenas se esté formando y no sea tanta como debería. Considera, sin embargo, que lo que pasa en su escuela es parte de lo que ocurre en las demás.

Enfatizan las madres que tras la asamblea del 9 de noviembre resolvieron conformar la Coordinadora de Madres y Padres del Distrito Federal. Agregan que en este momento ya existe una comisión de prensa trabajando. “El próximo sábado es el primer encuentro ya como Coordinadora de Padres; para ese momento se generará un plan de trabajo con representantes por escuelas y delegaciones. Se tiene que llegar a un acuerdo”.

La lucha es de las madres

Al no estar presente ningún hombre en la entrevista, la pregunta era obligada: ¿dónde están los padres? Las señoras manifestaron que la Coordinadora de Padres está compuesta principalmente por mujeres.

Una madre añadió que muy pocas tienen el apoyo de sus parejas. “A su manera y en medida de su proporción, ayudan. Pero de las que estamos movilizándonos, somos muy pocas las que tenemos el apoyo de nuestras parejas”.

Las jefas de familia hablan de la necesidad del trabajo con la pareja, pues en gran medida es parte de que no se integren más personas. “Mientras una no tenga ese apoyo es muy, muy difícil”, agrega una de las presentes con la mirada afligida.
Sobre el panorama que han visto en las asambleas comentan que sí hay participación masculina, “pero la mayoría de la lucha la están dando las mamis”, añaden.

La represión

Las seis mujeres narran la represión de la que fueron objeto el 24 de octubre, cuando se manifestaban en las inmediaciones del Senado de la República. Había un acuerdo. Mientras una comisión dialogaba con autoridades los demás manifestantes desocuparían el arroyo vehicular. Los padres cumplieron, las autoridades no.

Minutos después de ingresar la comisión, policías comenzaron a agredir a los manifestantes. En el ataque, que no enfrentamiento, una pequeña niña se llevó un golpe en un ojo. “Fuimos reprimidos niños, profesores y madres”, lamentan. Así una madre no podía levantarse ya que fue golpeada en la pierna por un escudo de granadero.

Luego del acto represivo que llevó a cabo la Secretaría de Seguridad Pública del DF, la comisión salió del recinto legislativo, “no rompan el acuerdo”, les decían. “¡Ustedes rompieron el acuerdo!”, contestaba indignada la comisión de padres y maestros que salió a tratar de defender a sus compañeros. Al recordar esa fecha, las madres de la Centauro del Norte mencionan que es parte de la falta de apoyo, ya que otras madres y algunos padres muestran miedo.
 
Mural al interior de la escuela Centauro del Norte. Fotografía: Amaranta Marentes

Sin garantías

A la primaria Centauro del Norte sí han llegado recibos de luz y agua pero no se han cobrado. Las madres narran que llegó un documento a la escuela y que la supervisora de zona les entrego, en él se decía que eran falsos los rumores de que tendrían que pagar los servicios de la escuela.

Sin embargo, al momento de cuestionarla al respecto, la supervisora reconoció “que no les puede garantizar nada”. No obstante les pidió que fueran a comunicar al resto de los padres el hecho de que no pagarían servicios; les entregó un documento firmado por el jefe de región. “Sabemos que son funcionarios menores y que al ratito los mueven; nadie nos garantiza que no nos vayan a cobrar cuotas”.

“Mi mamá me enseñó a luchar”

Esperanza refiere que ha platicado con sus hijos sobre la reforma y su reacción es incluso de desesperación ante la falta de apoyo de los demás padres. “Mis hijos preguntan: ‘¿cómo es posible que los demás papás no se dé cuenta de lo que está haciendo Peña Nieto?’. Ellos están indignados porque los demás no hacen nada, ¿por qué se quedan callados?”.

Otra madre enfatiza que sus niños incluso sacrifican cosas por estar en la lucha junto a ellas, les acompañan a asambleas y mítines. En este sentido, las madres buscan un equilibrio para no desatender su labor como jefas de familia.

“El viernes tuve una entrevista, y lo que hice fue llevarme a mi hijo para que vea que es lo que hace su mamá. El sábado fuimos al plantón (de la CNTE) a donar víveres, y me los llevé. Si una no lo hace de esa forma, los niños empiezan a dudar: ‘¿por qué mi mamá no está ya tanto conmigo, por qué siempre se la pasa en la asamblea y si no en una entrevista?’ Es una forma de enseñarles también a ser conscientes”.

Comenta que sus hijos estaban maravillados en acompañarla en la lucha:“Mamá, vamos a traer más cosas”, “me gustó mucho estar en la cabina”, ¿por qué te preguntan tantas cosas?”. “Uno está aquí por ellos, luchando por ellos”, añade.

Recuerda Esperanza que el día de la visita al plantón los niños cargaban alegres con bultos de ropa al tiempo que daban palabras de aliento: “estamos con ustedes maestros, échenle ganas”. “Sí se crea conciencia”, agrega.

“¿Por qué el Presidente no nos da tantito de lo que gana para arreglar la escuela?”

Otra señora refiere que Óscar, su hijo, al ver en las noticias lo que gana el Presidente y los legisladores, le preguntó: ¿y por qué ustedes hacen kermés? Le explicó que el objetivo es recabar fondos para dar mantenimiento al servicio eléctrico, pues algunas familias no cuentan con recursos para pagar la cuota que, enfatiza, en su escuela es voluntaria.

Ante ello, la pregunta de Oscar fue: “¿Y por qué el Presidente tiene hartos números en lo que gana?, ¿por qué no nos da tantito? Mi papá no pone dinero, pero por lo menos pone mano de obra. Mira los trajecitos que trae, y mira los niños en la escuela, hay unos que no tienen zapatos, sus pantalones les quedan cortos”.

La madre de Óscar manifestó que no pudo contener las lágrimas el día que fueron a dejar ayuda al plantón. “Es bien triste la forma en que están viviendo. Está en desacuerdo mucha gente, pero yo no creo ellos vengan a dormir en el suelo por gusto; ¿cómo es posible que esté pasando todo esto y la gente que está arriba de nosotros no se dé cuenta?”.

Otra madre enfatiza que vivimos orillados al conformismo. “Nos ponen al Presidente que quieren, porque las votaciones son una mentira. No hacemos nada, pero sí nos quejamos porque el dinero no nos alcanza. Desgraciadamente el dinero es muy indispensable, y por eso estamos aquí, porque no lo tenemos”.

Ante la rebeldía, los intentos de cooptación: “Becas “

La madre de Óscar denunció que las autoridades tratan de engañarlos. Refiere que días antes de que cerraran las escuelas, personas de la Delegación fueron a las secundarias y empezaron a llamar a las casas: les ofrecían becas. “Desgraciadamente si les dices que habrá vales, a las 4:00 de la mañana ya están formados, pero si les dices ‘vamos a apoyar una marcha’, y de toda la escuela vienen tres”.

Reconoce que las carencias son ciertas y es entendible, pero se tiene que ver a futuro. “Yo tengo dos hijos en la escuela, si presiono a mi esposo los mete a una particular, ¿pero y los que tienen cuatro, y los que tienen cinco? Además, si pago escuela particular, ¿quién me va a garantizar que mi hijo trabajará en lo que estudio? Mi hija quiere ser médico forense”.

¿Y los jóvenes?

En este sentido, otra madre comparte que tiene dos hijas que no estudian y tampoco trabajan. Manifestó que sin educación ni trabajo, los jóvenes terminarán delinquiendo. “Harán falta más anexos, habrá más drogadicción”, añade la madre de Óscar.

Resienten las madres no sólo la reforma educativa sino la falta de opciones en educación media y superior, además de los bajos salarios que no permiten una vida digna. “Los valores están en la basura, no hay motivación para estudiar: ‘hasta aquí llegas, y ya no hay estudios’. Y entonces, ¿qué va a ser de nuestros niños? Si de por sí ya estamos así, y ahora que nos cobren… Eso es lo preocupante, ya no va a haber una escuela gratuita”.

Destaca la madre de Óscar que en la colonia no hay una preparatoria y los jóvenes que no tienen ni para los pasajes, los padres les dicen: “O te doy para el pasaje, o te doy para comer”. Lamenta que esta situación orilla a jóvenes a dejar la escuela. “Conozco señoritas que han tenido buenas calificaciones en asentamientos, y les toca tan lejos que terminan siendo meseras”.

“Vamos contra todas las reformas, no sólo la educativa”

Mural pintado por niños y madres de familia
 en el exterior de la escuela Centauro del Norte. 
Una de las madres toma la palabra para enfatizar que las personas en el poder están imponiendo una reforma que sólo afectará a los de abajo. “Ellos nunca van a tener a sus hijos en escuelas públicas; las tienen en colegios privados, o en el extranjero. ¿Quién está definiendo esta situación?”, cuestiona. “Los padres lo estamos padeciendo, y la idea es tirar las reformas; todas.”

Destacan que en la tercera asamblea acordaron ir contra todas las reformas (energética, hacendaria, laboral…), ya que vienen entrelazadas. Se muestran optimistas: “con una que se caiga, se cayeron todas”, sentencia una madre.


sábado, 23 de noviembre de 2013

México, el país más peligroso para el periodismo en América Latina: Casa de los Derechos de Periodistas

> Martha Olivia López realiza un balance del II Encuentro Nacional de Periodistas
> Coahuila, Tamaulipas, Veracruz, Guerrero y Michoacán, zonas críticas para el periodismo: CDP


Del 31 de octubre al 2 de noviembre tuvo lugar el II Encuentro Nacional de Periodistas, convocado por Freedom House y la Casa de los Derechos de Periodistas, organizaciones comprometidas con el derecho a la información. El evento se llevó a cabo en instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

Martha Olivia López, directora ejecutiva de la
Casa de los Derechos de Periodistas .
Martha Olivia López Medellín, directora ejecutiva de la CDP, realizó un balance de este segundo encuentro periodístico al que asistieron 150 representantes de 26 estados, y donde destacó la presencia de Anabel Hernández, Jorge Reveles y Carmen Aristegui, entre otros periodistas de reconocida trayectoria.  

En las instalaciones de la CDP en la colonia del Valle, frente al emblemático semanario Proceso, López Medellín enfatizó que el resolutivo más importante al que se llegó tras el evento es que México continúa siendo el país más peligroso para ejercer el periodismo en América Latina.

En ese sentido, afirmó que le están solicitando al Presidente de la República que atienda las denuncias y gire instrucciones para llegar a fondo en casos de agresiones y muertes de trabajadores de los medios de información. “Estamos exigiendo a las autoridades que cese la impunidad y se garantice el estado de derecho para cumplir una tarea periodística que permita tener una sociedad bien informada”, añadió.

“Zonas de silencio”

Martha Olivia denunció la autocensura en las “zonas de silencio”, término que utilizó para nombrar la situación en regiones donde periodistas dejan de publicar sobre determinados personajes, hecho que no sólo implica al crimen organizado, sino que incluye a empresarios, políticos y funcionarios de los tres niveles de gobierno, generalmente protegidos por los grupos delictivos. Coahuila, Tamaulipas, Veracruz y Michoacán son las zonas críticas en este sentido; “se va creando una gran zona de silencio en esos estados”, afirmó.

“Los ciudadanos saben que ya los periódicos no están informando de lo que está pasando; ni la televisión, ni la radio. Así es como se van haciendo estas grandes zonas de silencio en el país”.

En el caso de las zonas de silencio, Martha Olivia considera que las redes sociales han ayudado mucho, Twitter concretamente; sin embargo manifestó que se debe tener cuidado al utilizarlo.

“Hay que aprender a ver quién está escribiendo, hay que saber qué se está diciendo. Hemos encontrado en zonas del norte del país que el crimen organizado también está utilizando redes sociales, para desestabilizar o para agredir a los contrarios. Las redes sociales son muy bien vistas, siempre y cuando tengan fuentes confiables”.

Ante agresiones a la prensa, indiferencia gubernamental

La directora de la CDP habló de otro resolutivo importante al que se llegó tras el Encuentro: exigir a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos en contra de la Libertad de Expresión que cumpla con su obligación de investigar y procurar justicia para evitar impunidad en agresiones y asesinatos.

Manifestó que el gremio periodístico tomó como un desaire el hecho de que la Fiscalía, que depende de la Procuraduría General de la República, no haya enviado a su titular al Encuentro. Afirmó que lo anterior habla mucho del mecanismo de protección de periodistas que coordina la Secretaría de Gobernación. 

“Desdeñaron las agresiones a medios de comunicación y periodistas; no es una de sus prioridades. No les interesa que la gente esté bien informada, ni que los comunicadores estén protegidos”.

Mecanismo de Protección a Periodistas, un año de inoperancia

Recordó que en el Encuentro también reclamaron el cumplimiento oportuno y eficaz, sin burocratismo, del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Segob, que a más de una año de creado no ha dado resultados, por lo que le piden al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que atienda esa situación.

Otro resolutivo al que llegaron fue atender a periodistas desplazados, principalmente los de Tamaulipas, Veracruz y Guerrero; exigen que el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas se haga cargo de proporcionarles seguridad y resguardo.

“Se está haciendo un llamado a los gobernadores, a los presidentes municipales, a los congresos locales,  para que cumplan con sus obligaciones de proporcionar seguridad, procurar justicia y garantizar los derechos a la libertad de expresión y ejercer el gasto publicitario sin discriminación. Haremos llegar una carta a la Conferencia Nacional de Gobernadores para exigir acciones efectivas que frenen las agresiones a periodistas”.

Voces en el extranjero

Finalmente destacó que el 12 de noviembre el diario ibérico “El País” publicó un desplegado de la CDP en su versión impresa, en él se detallan los resolutivos a los que llegaron los asistentes al II Encuentro Nacional de Periodistas.

“Quisimos hacer esta publicación desde allá porque parece que a nuestras autoridades ya no les duele el problema de las agresiones a periodistas; parece que tenemos que salir de nuestro país para que volteen a vernos aunque vivimos en el mismo lugar”.

Carmen Aristegui y Judith Calderón en el
 II Encuentro Nacional de Periodistas. 

jueves, 24 de octubre de 2013

Crónica del paro en Iztacalco contra la reforma educativa

Jueves 24 de octubre de 2013.


El frío calaba como si ya fuera diciembre, pero los padres de familia, cálidos, cumplieron su palabra. Padres, que no maestros, cerraron escuelas  primarias en la colonia Agrícola Pantitlán bajo una demanda neurálgica: educación pública y gratuita. El paro lo habían convocado padres de familia organizados de las delegaciones Xochimilco, Iztapalapa, Tláhuac e Iztacalco.

Minutos antes de las 8:00 la escuela José López Portillo, ubicada en avenida Guadalupe y Calle 5, estaba ya resguardada por algunas madres de familia que impedían el paso y le informaban a quienes no recibieron la noticia del paro. Un jefe de familia que llegó con dos niñas recién se enteraba, sin embargo se dijo consciente de la situación que conlleva la reforma educativa y externó su aprobación.

Aunque eran pocas, no más de diez, las madres de familia de la escuela López Portillo se mostraban entusiastas y bromeaban, “sí estamos organizando cómo no vamos a salir en la foto”, decían cuando posaban a la hora de capturar imágenes. La abrumadora mayoría de quienes participan de este movimiento social emergente son mujeres, madres preocupadas porque la educación de sus hijos siga siendo gratuita.

En la Calle 6 de la misma colonia, afuera de la primaria José Rubén Romero, otro grupo de madres un poco más numeroso también había tomado la escuela, unas 15, entre ellas un par de padres. Ahí hubo algunas complicaciones puesto que, según nos informaron, algunos padres inconformes con el paro intentaron romperlo. Sin embargo el apoyo era mayoritario, quienes no sabían se sumaban al enterarse que en pocos meses podrían pagar gastos que antes el Gobierno cubría.

La maestra Ana imparte clase al primer grado de esa primaria; estaba con los padres que tomaron la escuela, afirma que su razón para unirse es ser madre de un niño que cursa el preescolar. Denunció las irregularidades de la reforma educativa y resaltó que personalidades académicas como Hugo Aboites hayan señalado las limitaciones y las trampas de la reforma educativa que, según el investigador, dejará al 70 por ciento de los jóvenes sin oportunidades de escuela. Mientras Ana hablaba, un grupo de maestros permanecía a la expectativa en la acera de enfrente.

A varias cuadras de allí, en la primaria Augusto César Sandino, ubicada en la Calle 3 y Avenida de la Unión, un grupo mucho más nutrido de padres, alrededor de 30, había cerrado el paso vehicular frente a la entrada de la escuela: coreaban “no a la reforma”. El cierre de la Calle 3 se prolongó desde las 6:00 hasta las 9:30 de la mañana.

El grupo de madres de la escuela Sandino era el más aguerrido de las tres escuelas en las que hubo oportunidad de estar. Ahí una joven madre mostraba en su celular una fotografía de un reci
bo de luz por 21 mil 123 pesos, mismo que había vencido el 30 de septiembre. Decía que en escuelas de Tláhuac ya les están cobrando el servicio eléctrico.

No se limitaban a lo educativo sus protestas, también denunciaban la inoperancia de sus representantes políticos y señalaban el mal uso de recursos públicos; hacían énfasis en que si tuvieran para pagar por la educación de sus hijos, los hubiesen metido a una escuela privada: “ahora ya empezaron desde la primaria a poner trabas, antes era en la preparatoria”, denunciaba una señora.

La movilización de los padres de familia fue preventiva y deja en claro que no están dispuestos a permitir la privatización de la educación bajo la figura legal de la autonomía de gestión.

Por la tarde, a las 16:00 horas tuvo lugar una movilización que marchó de El Caballito al Senado de la República. Alrededor de 200 padres de familia apoyados por profesores de las secciones I, X y XI, quienes mostraron su repudio a la reforma educativa y dejaron una carta a sus representantes legislativos. Además de las delegaciones convocantes, se sumaron algunos padres de la Cuauhtémoc y la Magdalena Contreras.

De forma lamentable, como es ya tristemente común en esta ciudad, la manifestación pacífica terminó encapsulada y más tarde reventada por el cuerpo de granaderos; la violencia alcanzó a niños y madres de familia ante la irracional agresión de la policía capitalina, que parece ser la única respuesta del GDF a las inconformidades de los ciudadanos.


Letravierta

sábado, 14 de septiembre de 2013

“¡Con el pueblo muy chingones, con el narco maricones!”


Salí de Metro Isabel La Católica minutos antes de las 16:00 horas, el plan era tomar una Ecobici y trasladarme hasta la Biblioteca Vasconcelos. Justo antes de abandonar el Metro veo un mensaje de una amiga: “No te acerques al centro, cuídate mucho, van a satanizar parejo, como siempre “.  Segundos después pude ver una valla de granaderos cerrando el paso al Centro; comprendí: los maestros estaban siendo desalojados; preferible que no hubiera testigos.

La tarde era fría, oscura, como presagiando la acción represiva que tendría lugar en unos minutos. Al no poder acceder por la bicicleta caminé sobre Arcos de Belén y me di cuenta que todas las calles que daban al Centro estaban cerradas. Había camionetas de la Policía Federal y autobuses que trasladaban a más federales, así pude constatarlo a ver a una oficial por una ventanilla.

Llegué a Eje Central y me sorprendió ver que a justo frente a la Plaza Vizcaínas tenía lugar un insólito partido de futbol, con todo y equipo descamisado, además de tribuna vociferante en las aceras. No faltó el impertinente que quiere cobrar por las fotografías de un juego que no protagoniza, mientras se embriaga en vía pública con una pared de granaderos al fondo.

Al cruce con República de Uruguay, una joven rompe en llanto ante el portentoso despliegue de seguridad, también ante la indiferencia de gente que deambula como si no ocurriera nada detrás de aquellos muros humanos; “pinche loca”, murmura una señora. Sus lamentos parecían haber invocado a Tláloc; millones de finas lágrimas hacían ataques kamikaze contra la ciudad.

El clima era de tensión cuando el cruce de Eje Central y Venustiano Carranza la valla de granaderos empezó a gritar a los peatones que abrieran paso. Un grupo de mujeres que iba llegando por el norte  gritaba: “¡Con el pueblo muy chingones, con el narco maricones!”. A unos metros se veía venir un contingente de maestros, algunos cargaban cobijas, palos y otras pertenencias; muy pocos iban encapuchados.

Algunos ciudadanos, minutos antes temerosos o indiferentes, comenzaron a echar gritos de apoyo: “CNTE, escucha, el pueblo está en tu lucha”, “maestro, amigo, el pueblo está contigo”. Los profesores dejaban una estela de impotencia y rabia en su camino; ya comenzaban a dar vuelta al sur, como queriendo arruinar la cascarita que se jugaba a un par de cuadras. No pocos levantaban su brazo al cielo. Algunos no pudieron contener las lágrimas.

No continué el camino que llevaban los maestros, me fui en sentido contrario, hacia Bellas Artes, donde también granaderos impedían el paso. Busqué unas tomas abiertas desde el edifico de Sears justo cuando el ambiente se puso más denso. Un grupo de manifestantes -varios con el rostro descubierto- lanzaba objetos a los policías. Minutos después vino el contraataque, pero no buscaban quien se las hizo, sino quien se las pague.

Se acercaban en grupo, parecían una grotesca masa que devoraba manifestantes y ciudadanos por igual, llevaban palos y macanas, también usaron un extintor para dispersar a los transeúntes. Un reducido grupo les hacía frente y arrojaba piedras, palos y otros objetos, sobresalía que varios no se cubrían el rostro.
Una de las cosas que más llamó la atención fue el ingreso de casi dos docenas de camiones de mudanzas, cerrados, que se desplazaban sobre avenida Juárez y doblaban en Eje Central. No sé a dónde se dirigían ni qué contenían, pero parecía por demás extraño que fueran custodiados por policías en su avance, aún cuando el tránsito estaba cerrado. En ese momento un grupo de ciudadanos y manifestantes comenzaron a gritarles “¡asesinos!”, luego vinieron más agresiones y algunas detenciones con lujo de violencia por parte de los uniformados.

En la terraza en la que estaba platiqué con una señora española mientras los eventos sucedían, decía que estaba pasando lo mismo de 1968 y reconoció ser familiar lejano del expresidente Echeverría, situación que no le causaba orgullo.

Las agresiones y detenciones se extendieron por varios minutos, fue hasta casi las 19:00 horas cuando se abrió esa esquina a la circulación, después de que el cerco policíaco parecía que no terminaría de extenderse cada vez más. Los helicópteros sobrevolaban a poca altura y no dejaron de pasar en toda la tarde. La llovizna se mantuvo y el sol nunca hizo presencia.


Ya al atardecer los maestros se reagruparon en el Monumento a la Revolución, unos más se fueron a la ENAH y otros tantos regresaron a sus lugares de origen a la espera de una línea de acción. La solidaridad de los capitalinos no se hizo esperar, antes de la medianoche ya se habían improvisado centros de acopio en el Monumento a la Revolución y la gente llegaba con víveres y ropa para soportar la noche lluviosa. El destino es incierto.

Amafra.

Videos:





sábado, 7 de septiembre de 2013

El carnet no hace al periodista





“La verdad es propiedad de la sociedad;
no es ni del periodista, ni del medio”.
Javier Darío Restrepo,
(El zumbido y el moscardón. Taller y consultorio de ética periodística).


México es el país más peligroso para ejercer el periodismo, aún por encima de países que atraviesan un conflicto bélico. Así los destacan organizaciones internacionales como Artículo 19 o Amnistía Internacional.

Habitamos un país donde las oportunidades de empleo son escasas y ampliamente competidas; lejos está una de las promesas de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto: “más empleos y mejor pagados”. 

Debido a ello, muchos colegas nos vemos obligados a realizar nuestra labor de forma independiente. Esto por una parte tiene una ventaja al poder presentar los hechos sin tener que seguir una línea editorial y sin la decepción de no ver publicado un trabajo que se consideraba importante, pero por otro lado se convierte en una vulnerabilidad al máximo cuando se es víctima de una agresión en el ejercicio de la profesión.

Cuando un periodista independiente sufre una agresión queda en la indefensión momentánea al no tener el respaldo de una empresa. Afortunadamente existen organizaciones que trabajan por defender los derechos vulnerados y pueden entrar en acción para defender a periodistas agredidos, como fue el caso de la Liga de Abogados 1º de Diciembre que se moviliza para liberar a encarcelados de forma arbitraria, sean o no periodistas. Y tanto como la Liga, la familia, los amigos, los conocidos y desconocidos solidarios, las verdaderas organizaciones defensoras de derechos humanos fueron clave para detener una encarcelación injusta. 

Por otra parte, los periodistas que trabajan en medios de información masiva no gozan de la garantía de ser inmunes a los ataques: Reporteros Sin Fronteras registra en lo que va del año la muerte de Alberto López Bello y de Jaime Guadalupe González Domínguez. Existen casos como el de Regina Martínez, dónde a pesar de las denuncias sobre la responsabilidad de fuerzas de seguridad en su asesinato, la característica es la impunidad.

El pasado 1º de septiembre varios periodistas, principalmente independientes y de medios libres, fueron agredidos e incluso encarcelados arbitrariamente. Al ver la información al respecto destaca que a varios colegas independientes se les escamotea el derecho a llamarse periodistas por no pertenecer a una organización, al menos los de medios libres cuentan con una acreditación que los respalda.

Lo más lamentable de todo es que incluso en el mismo gremio existe el descrédito hacia los periodistas independientes, como ejemplo está el texto de Ulises Castellanos en su blog de Milenio, quien diferencía entre “fotoperiodismo formal” y “los llamados fotógrafos independientes” (http://blogs.milenio.com/node/5008).

Ante esto me cuestiono si se le puede llamar formal a un medio como el diario Reforma, que saca en su portada la imagen de un servidor con un pie de fotografía que dice “Van por ellos. Tras lanzar bombas molotov contra granaderos, los anarquistas fueron perseguidos en el Metro San Antonio Abad”. En la fotografía incluso es visible como cargo mi cámara en una mano. No responsabilizo al fotógrafo que tomó la imagen, sé que ellos no se encargan de poner los pies de foto.

Sin embargo, ampliando el término “formal” al periodismo, en un video que grabé (http://www.youtube.com/watch?v=jyhVVBldbP8) destaca cómo aparece un reportero de Radio Red gritando “¡ánimo!” al paso de policías que se introducen al Metro para realizar detenciones arbitrarias; poco después llega un compañero suyo. Quiero pensar que las palabras de aliento son para su colega y no para los policías que realizaron detenciones irregulares.

Lo criticable es que los reporteros de Radio Red permanecieron afuera, o al menos yo no vi que se introdujeran al Metro, sino que nuevamente los encontré cuando ya me traían sometido por grabar detenciones con uso excesivo de la fuerza al interior del Metro.

Lo anterior lo expongo para enfatizar que no necesariamente una identificación es garantía de ejercer un periodismo de calidad: el carnet no hace al periodista. Si bien es cierto que puede existir falta de rigor entre los periodistas de medios libres y los independientes, esto también sucede en los colegas que pertenecen a grandes empresas de comunicación.

Si bien comparto la idea de que sería importante lograr que todos los periodistas portaran acreditaciones por su seguridad, me gustaría que esto fuera por medio de organizaciones de prestigio en la defensa de la libertad de expresión y no con el visto bueno de militares o policías, como señala Ulises Castellanos que ocurrió en Chile. Además, portar una acreditación no es garantía de inmunidad, fui testigo de cómo detuvieron arbitrariamente a Estela, una integrante de medios libres, aún cuando se identificó con ella.

Por lo anterior, concluyo defendiendo mi derecho a ejercer el periodismo de forma independiente y agradezco que organizaciones como Reporteros Sin Fronteras no me haya escamoteado la profesión. Lamento además las divisiones en el gremio ante un panorama que pinta desolador en lo que resta del sexenio. Considero que las detenciones de periodistas el 1º de septiembre no son casuales pero no puedo aventurar una hipótesis hasta que tenga más elementos, los cuales de verdad espero no se presenten por el bien no sólo del periodismo sino de la sociedad mexicana en su conjunto.

Alejandro Amado Frausto.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Relatoría de hechos sobre el 1 de septiembre de 2013.



Mi nombre es Alejandro Amado Frausto y soy un fotoperiodista independiente. El pasado domingo 1º de septiembre me encontraba documentando gráficamente la movilización que se registró en varias arterias de la Ciudad de México con motivo del Primer Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto.

Me incorporé a registrar los hechos en Eje Central y Arcos de Belén pasadas las 12:40 horas, posteriormente proseguí con el contingente sobre el Eje Central con dirección al sur hasta Doctor Río de la Loza, donde los manifestantes dieron vuelta a la izquierda y fueron encapsulados por un cerco policiaco que, si bien no impedía salir o entrar individualmente, no permitía el avance de los inconformes en conjunto. Esto ocurrió alrededor de las 13:00 horas.

Continué documentando sobre Río de la Loza hasta su incorporación a Fray Servando, es decir, pasando 5 de Febrero. El contingente, ya bastante nutrido con la llegada de los maestros, prosiguió sobre Fray Servando hasta topar con un contingente de uniformados.

Al llegar a las inmediaciones del Congreso de la Unión, vallas metálicas impedían el paso. Aproximadamente a las 16:00 horas se desató una persecución por parte de los granaderos, en ese momento corrí a la calle Sur 81 para capturar imágenes de los hechos, sin embargo me quedé rezagado en la esquina de Oriente 30 tomando fotos a un par de manifestantes que formaban una barricada mientras sus compañeros se introducían en las calles de la colonia que está a espaldas del Mercado de Sonora.

Me introduje por esas calles buscando obtener imágenes, pero tanto policías como manifestantes ya me habían dejado muy atrás. Caminando por esas calles salí hasta Lorenzo Bouturini y me dispuse a retirarme caminando rumbo a Tlalpan para abordar el Metro, incluso le llamé a una amiga reportera gráfica, para ver si estaba bien y para indicarle que me dirigía a su casa.

Sin embargo, a una cuadra de Tlalpan unas camionetas con granaderos me rebasan y se detienen al llegar a Tlalpan, donde se bajan varios elementos y comienzan a correr tras un grupo de jóvenes que al parecer venía de la marcha.

Al percatarme inicio la carrera para llegar a Tlalpan y tratar de documentar las detenciones. Inmediatamente al dar vuelta veo a cuatro uniformados intimidando a dos jóvenes, mujeres ambas (http://www.youtube.com/watch?v=Vgpics6y_8Y). Segundos después tomé otro video corto en donde se aprecia como un policía se lleva la mochila de una joven (http://www.youtube.com/watch?v=R4KYANn6eUg). A estas alturas ya no llevo registro de la hora, pero calculo que son alrededor de las 16:20. Segundos después grabo cómo se llevan un joven a una patrulla justo afuera de la estación del Metro San Antonio Abad, del lado de dirección Cuatro Caminos (http://www.youtube.com/watch?v=jyhVVBldbP8).

Enseguida ingreso al Metro y sigo registrando la movilización de policías que corren tras otros jóvenes, incluso en la grabación se escucha como un policía llama “hijos de puta” a las víctimas de la persecución (http://www.youtube.com/watch?v=z_2hOZPhIDI). Al final del video ya no alcanzo a captar a detalle el uso excesivo de la fuerza con que se realizan las detenciones. Enseguida grabo otro video corto donde se llevan a un joven (http://www.youtube.com/watch?v=6fhMKoB_izE).

Los anteriores videos fueron conjuntados por el5poder.org en un video subido a YouTube en la siguiente dirección: http://www.youtube.com/watch?v=YU4-BDR7axU.

Después de estas grabaciones veo como un policía se acerca a mí de forma intimidatoria, por lo que intento ingresar a un vagón antes de que cierre sus puertas. Sin embargo, los uniformados ordenan al operador abrir y los policías me dan alcance; ya sólo puedo agarrarme de un tubo del vagón del Metro y un joven intenta ayudarme. Al sentir que ya era inevitable mi detención, opté por soltar la cámara y gritar mis datos para que me localizaran después; él de forma valiente resguardo mi cámara y posteriormente subió los videos a YouTube.

La imagen de cuando me detienen fue publicada en la portada del diario Reforma en su edición impresa del 2 de septiembre con un pie de foto que no le hace honor a la verdad: “Van por ellos. Tras lanzar bombas molotov contra granaderos, los anarquistas fueron perseguidos en el Metro San Antonio Abad”.

La situación se repitió en la página 11 de la sección Nacional del diario Metro, propiedad del mismo grupo empresarial, donde aparece la misma fotografía con el pie de foto: “Luego de que lanzaran bombas molotov contra granaderos, los anarquistas fueron perseguidos hasta los andenes del Metro San Antonio Abad”.

Enseguida varios policías me llevan por la fuerza con lujo de violencia sin informarme la razón de la detención, a pesar de que les digo que soy prensa. En el transcurso del traslado a la patrulla recibo golpes en varias partes del cuerpo; aún tengo secuelas en el tobillo izquierdo, las costillas, la espinilla derecha, el hombro izquierdo, la sien del lado izquierdo y especialmente en el ojo izquierdo, pues hasta el momento tengo la vista borrosa por un puñetazo que me propinó con toda alevosía un granadero cuando ya me llevaban sometido otros compañeros suyos que me querían obligar a agachar la cabeza, acción a la que me negaba por considerarla vejatoria.

Después del golpe en el ojo les dije que ya no me resistiría a la detención y que dejaran de golpearme, además les reiteré que era periodista. Sin embargo, siguieron insultándome: “Cállate pendejo”, “Muy huevudito, ¿no?”, entre otros improperios. Continuaron golpeándome con saña hasta salir del Metro, donde ante la presencia de más periodistas dejaron de propinarme golpes. Enseguida me suben a una patrulla.

En la nota de los periódicos Metro y Reforma que menciona mí detención, la información publicada no concuerda con la fotografía de portada, pues en dicha nota se afirma que la detención se realizó afuera del Metro, como declaró el oficial Nava, quien me acusa de ultrajes a la autoridad, portación de armas para agredir y resistencia de particulares; esto queda asentado en la Averiguación Previa 816-13.

Aclaro que yo no supe qué cargos se me imputaban hasta que se tomó mi declaración, y conocí al oficial que me acusaba hasta el Ministerio Público, por lo que denuncio la falsedad de declaraciones en las que incurrió.

Una vez que me suben a la patrulla, sólo alcanzo a gritar mi nombre, que soy fotógrafo  y que estudio en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Había ya varios jóvenes en la unidad y aún subieron más, en total éramos nueve, pero minutos después trasladaron a Estela, periodista de Radio Regeneración, a Silvia Colmenero y a mí, a otra unidad.

En la otra patrulla se quedaron Gonzalo Amozurrutia Nava, Pavel Alejandro Primo Noriega (Radio Cronopios Multimedios), Christian Adrián Cortés Gasca y Daniel Alberto Pérez Segura de la Facultad de Filosofía y Letras; Juan Daniel Velázquez Peguero, estudiante de gastronomía; Estela Morales de Regeneración Radio; además de otros nombres que mi grabadora registró con bastante ruido por las circunstancias, pero lo que alcanzo a entender de los otros nombres es alguien de apellido Dávila Olivares, si no me equivoco. En ese momento se acabó la pila y ya no alcancé a registrar más nombres.

A todos nos retiraron las mochilas cuando aún estábamos juntos en la misma patrulla y se las llevaron a un camión de granaderos, a pesar de que demandábamos que se revisaran en nuestra presencia. Segundos más tarde, uniformados bajaron del camión a mostrar algunas mochilas, incluso una tenía escurriendo algo; uno de los policías afirmó que era amoniaco y se la atribuyeron a Silvia Leticia. Lo anterior me sorprendió, pues yo no vi que ninguna mochila escurriera cuando se las llevaron. Luego de eso, a Estela, a Silvia y a mí nos cambiaron de unidad, y me percaté que estábamos en San Antonio Abad.

De ahí nos llevaron al MC-2 de Magdalena Contreras en la patrulla A4-104 (o al menos eso alcanzo a recordar en un momento en el que levante la lona y vi el reflejo del número en otro auto). En el camino al MP, incluso la patrulla casi choca con un taxi al rebasarlo en una calle estrecha, por lo que los choferes se hicieron de palabras.

Al llegar al Ministerio Público, se hizo presente Humberto Amado Corona Ramírez, fiscal desconcentrado en Magdalena Contreras, quien nos preguntó porqué estábamos ahí, sin embargo, en un desplante de arrogancia dejó con la palabra en la boca a Silvia cuando ésta le contestaba. Después de un rato, en ese lugar fueron presentadas nuestras pertenencias, pero ya les habían sembrado artefactos relacionados a los disturbios. A Estela le adjudicaron una mochila que recogió de otro joven que también fue arbitrariamente detenido.

Cabe señalar que el mismo fiscal, Humberto Amado Corona, actuó con desdén hacia nuestros familiares y amigos cuando le cuestionaron la presencia de granaderos en el MP durante nuestra declaración, que sucedió más de 24 horas posteriores a nuestra detención. Considero lamentables estas actitudes al no ser propias de un servidor público.

En el transcurso que permanecimos encerrados nos entrevistaron visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y denunciamos la violencia y arbitrariedad con que se dieron las detenciones.

En algún momento del encierro, llegó una mujer que nos quería tomar fotografías, a lo que los tres detenidos nos negamos. Además, al comentarle a la médico legista sobre mi malestar en el ojo como producto del golpe, me dijo que se trataba de la presión, sin embargo las molestias continúan hasta el momento.

Cabe destacar que los custodios actuaron de forma omisa con la salud de Silvia, quien estaba bajo prescripción médica, al negarle el suministro de los medicamentos bajo pretextos burocráticos. Además, se tardaban demasiado tiempo en hacernos llegar las cosas que nos enviaban nuestros familiares, incluso a veces no llegaban. Al salir del MP no me devolvieron mi credencial de la UNAM que solicitaron para cotejar mis datos cuando llegué al MC-2.

Ya al momento de tomarnos la declaración, la noche del 2 de septiembre, el ministerio público amago con suspender la sesión porque nuestro abogado, no le habló de usted al fiscal –lo que consideró una falta de respeto- y porque los acusados no aguantamos la risa por lo absurdo de los cargos que nos imputaban. “¿Quieres hacer esto de la forma fácil o difícil?”, le advertía el ministerio público a nuestro representante legal, indicándole que tardaríamos más en salir si continuábamos con esa actitud.

Finalmente fuimos liberados alrededor de las 4:00 horas del 3 de septiembre una vez que se cubrió el monto de nuestra libertad bajo caución, esto en medio de un impresionante despliegue de granaderos para dos periodistas, una activista y sus familiares y amigos. El proceso legal continúa en libertad.


Alejandro Amado Frausto, fotoperiodista independiente y estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Número de cuenta: 408038496.

Secretario de Seguridad Pública de Michoacán intimida a reportera

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